Te recuerdo cada segundo.
Te dibujo lentamente en mi cabeza.
Veo tu rostro tan claro, tan sereno,
y tu sonrisa… ¡Ay, tu sonrisa!
Siento caer lentamente los párpados sobre mis ojos,
y el silencio me regala tu voz,
tan nítida, tan real, tan cercana.
Nunca nos tuvimos, y sin embargo…
Nunca nos sentimos, y sin embargo…
Llueve, y te veo del otro lado de mi ventana.
Salgo corriendo, voy a buscarte pero no estás.
Siento cómo las gotas de la lluvia se confunden con mis lágrimas.
Y además te amo, en silencio, y tengo frío.
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