Ayer vi dormirse al sol
y despertar, casi de la misma manera, a la luna.
Los pájaros callaron su voz,
porque ya era el turno de los grillos.
Las luces se encendieron.
Las calles se vaciaron.
Hoy vi despertarse al sol
y dormirse, casi de la misma manera, a la luna.
Los grillos dejaron de cantar,
porque ya era el turno de los pájaros.
Las luces se apagaron.
La gente caminaba por las calles.
Y yo sigo inmóvil, estática.
Como siempre, esperándote…
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