Encuentro conmigo misma

Ya me ha pasado antes. Primero escribo el final.
Portazo y salgo afuera.
La calle está en penumbras. Uno que otro perro aúlla.
Me siento en el cordón de la vereda y veo pasar, de vez en cuando, algún auto.
Las luces me encandilan.
Detengo mi mirada en un camino de hormigas. Riendo, me jacto de su estupidez cuando se desorientan si les pongo piedras delante.
Me aburro, hasta de mí misma.
Tengo ganas de llorar y no sé por qué. De vez en cuando me pasa.
Ahora miro el cielo, tan inmenso, tan tieso, tan distinto cada día, tan bello. Me siento observada, por las estrellas tal vez, y bajo la mirada.
Hora de seguir caminando, pero ¿para dónde?
Decidí cruzar por el medio de la plaza, pero me tentó la idea de subirme a un subibaja. Si, estoy sola ¿y qué? ¿Quién dijo que no se puede jugar con uno mismo?
Empieza el vaivén y también las ideas a circular rápidamente por mi cabeza.
Alguien se va dibujando del otro lado. Creo que soy yo. Y sin dudarlo decido hablar un rato conmigo misma.
A lo lejos alguien viene caminando. Se acerca lentamente y me mira de reojo. Me pregunto qué estará pensando. Veo su figura desaparecer lentamente. Su presencia no logró detenerme.
Con mi “yo” hablamos de todo un poco. Del pasado, del presente y del futuro. Surgió algún que otro reproche, y en un momento hasta me acusó de cobarde. Me reí.
“¿Yo cobarde? ¡Estás delirando!”, le dije.
Y le recordé varios episodios que le demostraron que estaba equivocada.
Después de un largo rato de anécdotas y de recuerdos me dijo:
“¿Vamos a las hamacas?”
“¿Ya te olvidaste que nos marean?”, le respondí.
“¿Entonces que hacemos? Esto ya me está aburriendo”, me contestó.
Nos miramos fijamente y nos levantamos la ceja derecha.
Yo me bajé de golpe del subibaja y creo que fue justo al golpearse la tabla contra el suelo cuando descubrí que se había ido.
Volví a casa caminando despacio, con cara de no entender demasiado nada.
Abrí mi amarillento cuaderno y me senté a escribir. No podía dejar en el olvido lo que nos había pasado. Y decidí titular al relato: “Encuentro conmigo misma”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario