Percepciones que han sido ignoradas aúllan en mi cabeza como lobos en la noche mirando la luna llena.
El sonido inquieta al sueño.
Sus manos gélidas me rozan por las noches, golpean las paredes, fastidian al viento.
No hay arquetipos, no hay moldes.
Abro los ojos y discutimos. Me excuso ya sin fundamentos, me retan a volver a la hoja en blanco.
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